Días atrás integrantes de Víctimas por la Paz concurrimos a la Unidad Penal 46 de San Martín para participar de un taller de justicia restaurativa con las personas privadas de la libertad.
«Yo quisiera reencontrarme con la víctima y darle un abrazo. Aquel día cuando escuchaba su declaración, detrás de una pared, se me partía el alma por todo lo que había hecho. Del otro lado, estaba mi familia, también escuchando. Perdí tanto, que ya no quiero más esto para mí ni para nadie», nos contaba una persona privada de su libertad en la UP 46 de San Martín.
Entre mates y charlas, el clima se hacía cada vez más agradable. Estimo con seguridad, que si no tenía el pasaje de regreso sobre la hora, la charla se extendía durante dos horas más de las dos horas que duró.
«Es bueno encontrarse con gente así, sin prejuicios, sin miedo de venir a visitarnos y que sepan que nosotros estamos en este taller porque además de querer recuperar la libertad, entendimos que nos equivocamos y necesitamos salir adelante», nos comentaba otro.
La no estructuración del taller y la informalidad fue lo mejor. Conversamos de Víctimas por la Paz, linchamientos, trabajo pos egreso, el rol de los medios de comunicación y la sociedad.
Al finalizar, Silvina, la coordinadora del taller, nos propuso cerrar con una palabra sobre el encuentro y la mía fue: Esperanza.